jueves, 22 de enero de 2015

Brucelosis humana

La brucelosis es un conjunto de enfermedades causadas por una bacteria que pertenece a la Brucella. Es una enfermedad antropozoonótica, es decir, es una enfermedad que puede transmitirse a los humanos por diferentes animales vertebrados.
El contagio de la brucelosis suele darse por contacto con fluidos de algún animal infectado (sangre, orina, heces, fluidos vaginales, fetos abortados, placenta) y debido al consumo de productos de origen animal infectados, leche cruda o productos lácteos hechos con leche cruda.
No suelen darse casos de contagio persona a persona, solo se han podido detectar en momentos determinados como trasplantes con órganos infectados, contacto sexual con un individuo enfermo, o un bebé lactante amamantado por una madre infectada.
El lugar por donde la bacteria entra en el organismo una vez contacta con el individuo, suelen ser la boca, nariz, ojos y zonas lesionadas en la piel (cortes, heridas, etc). Un producto infectado suele ser la forma más conocida de contagio no relacionado con el entorno laboral.



lunes, 12 de enero de 2015

Meningitis

La meningitis es una enfermedad grave, que tiene muchas complicaciones según lo que la cause. Pueden ser virus o bacterias, que provocan síntomas muchas veces parecidos y diferentes grados de recuperación. Esta enfermedad siempre requiere un tratamiento rápido, por la velocidad de su evolución y la posibilidad de secuelas o de muerte. La infección se produce por la bacteria Neisseria meningitidis.

síntomas:
-    fiebre
-    decaimiento
-    dolor de cabeza intenso o llanto continuo en niños pequeños
-    náuseas y vómitos
-    rigidez de la nuca
-    manchas de color rojo vinoso en la piel

La meningitis se contagia por contacto directo con personas infectadas, que pueden ser enfermos o portadores sanos, al toser, estornudar y besar también se puede transmitir, pero no es tan fácil de transmintir como por ejemplo los resfriados

Para prevenir la enfermedad se recomienda:
-   mantener un buen estado de salud
-   mantener un buen estado de higiene bucal y personal
-   mantener una buena higiene del hogar
-   lavarse las manos frecuentemente
-   cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar
-  evitar el intercambio de saliva a través de chupetes, juguetes u otros objetos que los niños se lleven a la boca
-   ventilar diariamente la ropa de cama y las habitaciones
-   mantener una temperatura corporal adecuada, evitando enfriamientos y resfriados
-   evitar permanecer en lugares mal ventilados





jueves, 8 de enero de 2015

Botulismo

El botulismo es una enfermedad que altera nuestro organismo por una toxina formada por una bacteria llamada Clostridium botulinum, un microorganismo que se encuentra en cualquier lugar del mundo.
Principalmente se contagia través de esporas que contaminan alimentos en conserva que han sido mal envasados. Cuando la espora encuentra las condiciones adecuadas para reproducirse comienza a crear la toxina botulínica, que podemos ingerir, y que pasa a la sangre, por donde llega al sistema nervioso. Cuando llega a las neuronas las inutiliza, afectando principalmente a las neuronas activadoras que son las que consiguen la  contracción de los músculos, dando lugar a las náuseas, vómitos, sequedad de boca, y otros síntomas.
El botulismo se conoce desde la antigüedad, cuando se daba a una venganza de los dioses hacia una familia. No fue hasta 1820 cuando se describió como una enfermedad, gracias a Justinus Kerner.
El botulismo puede contraerse en cualquier lugar del mundo, varía mucho según el nivel de higiene de cada región. En los países menos desarrollados hay zonas donde los casos de botulismo se disparan. 
En los países más desarrollados la mayoría de los casos se dan en recién nacidos y bebés.
Una persona que contraiga el botulismo está en peligro de muerte, aunque esta enfermedad tiene una mortalidad muy baja en los países con un buen sistema sanitario, en los que solo mueren los pacientes en los que se retrasa el diagnóstico. En los países en vías de desarrollo, se alcanza cifras muy altas de mortalidad, y casi la mitad de los afectados acaban falleciendo. La enfermedad es todavía más grave cuando se infectan los recién nacidos. En los países más pobres puede suponer una muerte segura.